Duración mínima de tres noches a la semana y durante un mínimo de 3 meses. Presentar síntomas diurnos. Alteración de la calidad de vida, funcionamiento social y laboral. Implica las 24 horas. Estado de hiperalerta previo.
Existen dos teorías fisiopatológicas: el modelo cognitivo de la hipervigilancia y el estado de hiperactivación neurofisiológica.
El insomnio se define como la dificultad en el inicio, el mantenimiento, la duración o la calidad del sueño. Esta condición aumenta con la edad y, particularmente, en mujeres, personas institucionalizadas y con enfermedades concomitantes, y causa una pérdida de la calidad de vida.
Aunque suelen utilizarse los hipnóticos benzodiazepínicos (benzodiazepinas y fármacos Z: zopiclona, zolpidem), no se aconseja su uso de forma rutinaria, dado el riesgo de reacciones adversas, como sedación, mareo, alteración de la memoria, descoordinación motora, caídas, rebote del insomnio, tolerancia, abstinencia y trastorno por consumo (adicción) al fármaco. Estos efectos adversos aumentan en pacientes polimedicados y son especialmente relevantes en personas mayores.
A menudo, los efectos sedantes y de relajación muscular de las benzodiazepinas o de los fármacos Z son responsables de la somnolencia diurna, el mareo, las alteraciones en la atención y la memoria, la descoordinación motora y las fracturas por caídas.
Estos fármacos también tienen un riesgo potencial de abuso, generando tolerancia, síndrome de abstinencia y trastorno por consumo de sustancias (adicción) a largo plazo, dificultando su retirada. Cabe destacar que la polifarmacia y las interacciones entre fármacos aumentan el riesgo de efectos adversos, principalmente en las personas de edad avanzada.
En personas mayores, la prescripción de benzodiazepinas se ha relacionado con deterioro cognitivo, caídas y un aumento de la mortalidad relacionada con fracturas. Se ha sugerido que su uso se asocia también al riesgo de desarrollar una demencia. De hecho, a pesar de que el uso de benzodiazepinas en personas con demencia es frecuente, no se ha demostrado su utilidad en trastornos del sueño en este grupo.
Agencia de Calidad y Evaluación Sanitaria de Cataluña. Benzodiazepinas y fármacos Z para el insomnio. 2023. En personas adultas con insomnio, no se recomienda el tratamiento rutinario con benzodiazepinas ni fármacos Z. Recomendación esencial de aumento de valor a la practica clínica. Disponible en: essencialsalut.gencat.cat.
La terapia cognitivo-conductual es el tratamiento más efectivo del insomnio. En ocasiones puede precisarse apoyo farmacológico, generalmente durante un periodo máximo de 4 semanas.
El insomnio de larga duración (crónico) se define cuando aparecen problemas en el inicio o mantenimiento del sueño, al menos tres veces por semana y durante un mínimo de tres meses. Estas dificultades para conciliar o para mantener el sueño deben asociarse a síntomas durante el día como cansancio, problemas de concentración o irritabilidad.
Cuando un tratamiento único o una combinación de tratamientos no ha sido eficaz, se deben considerar otras terapias, conductuales, farmacológicas, combinadas o reevaluación de trastornos comórbidos ocultos.
Todos los fármacos para el insomnio son tratamientos sintomáticos, no curativos. Las guías tanto americanas y europeas evidencian científicamente que el único tratamiento eficaz y de primera línea en insomnio crónico, es la terapia cognitivo-conductual, pero en nuestro país es de difícil acceso y de gran coste
Las intervenciones psicológicas y conductuales son efectivas en tratamiento del insomnio crónico primario y en el secundario a comorbilidad, eficaz en todas las edades. Pueden utilizarse como intervención inicial si las condiciones lo permiten.
Dificultad para iniciar o mantener el sueño, o no tener un sueño reparador, que dure al menos 1 mes y que afecte a la actividad diaria.
Mantener un horario de sueño habitual, realizar actividad física, evitar comidas copiosas previas al descanso nocturno, evitar la cafeína y la nicotina.
Para cualquier consulta o incidencia contacte con faqs@evitarinerciainsomnio.com
Los créditos de formación continuada no son aplicables a los profesionales que están formándose como especialistas en Ciencias de la Salud (MIR). Enseñanza no reglada y sin carácter oficial. Puede consultarse información sobre la acreditación de formación continuada sanitaria en: www.madrid.org